La Errática Relación entre la Causa y el Efecto de Sergei Tcherepnin

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Water Piper, 2015
Impresión sobre tela , 2 impresiones sobre cobre, y equipo de sonido 87.8 x 59.05 in. (223 x 150 cm.)

Integral tanto al artista como al compositor, la producción artística de Sergei Tcherepnin es la continua fascinación de cómo los materiales pueden recibir y transmitir el sonido. A través de sus performance, esculturas y videos, el artista considera que las experiencias visuales forman parte de una red multisensorial. El artista Norteamericano nacido en 1981, satura los espacios con sonidos, mientras que nos sumerge dentro de la privacidad de nuestras propias formas de ver y escuchar.

A través del uso de trasmisores eléctricos, la instalación de Sergei Tcherepnin titulada Water Piper (2015) emite sonidos, los cuales, pueden ser experimentados con todo el cuerpo con la ayuda de vibraciones. Los sonidos de los objetos son una práctica con la finalidad de reorientar el proceso de escuchar. Al involucrar otros sentidos corporales, la producción artística de Tcherepnin obliga a la audiencia a entrar en una interacción de sentidos. Los vibrantes elementos metálicos generan sonido; sin embargo, para experimentar la obra completamente, uno debe tocarlos. La cautivadora obra Water Piper (2015) de Sergei Tcherepnin se trata tanto de escuchar como de ver. La más reciente adquisición de la Colección Adrastus está compuesta por un grupo de dos largas placas de cobre impresas, las cuales generan diferentes sonidos amplificados al ser activados. Estos pequeños mecanismos permiten a las secciones del sistema principal a emitir un sonido, creando lo que el artista describe como “instrumentos altoparlantes.” El ondulante sonido de la obra no es registrado solamente por el oído, sino por todo el cuerpo humano.

Además, las fotografías en Water Piper (2015) introducen un elemento narrativo, reforzando la necesidad por interacción. Las fotografías utilizadas para la obra fueron tomadas en las montañas Ringing Rocks en Pennsylvania y las Cuevas Rosendale en Nueva York. Éstas evocan la historia del flautista de Hamelín, en la cual, el sonido está presente como una herramienta de manipulación. De acuerdo a la leyenda escrita por los Hermanos Grimm, el flautista atrapa-ratas manipula a los niños y los saca del pueblo como venganza por la falta de pago por sus servicios. La obra de Sergei Tcherepnin titulada Water Piper (2015) promete un futuro de escucha corpórea, pero presagia la cada vez mayor manipulación persuasiva de las tecnologías de sonido.

Sin embargo, en las obras de Tcherepnin, la música no es utilizada como un medio de persuasión. En cambio, genera una sensualidad completa del proceso de escuchar, restaurando la percepción independiente de realidad y exponiendo las relaciones entre los oyentes y sus alrededores. El artista utiliza los sonido individual del objeto dentro de una coreografía para la experiencia del visitante: “No se trata necesariamente de una experiencia de sumersión, ya que no todo el sonido está en todos lados. Se trata de una activa sensación de espacio y un proceso activo de escuchar,” declara. “Oyes una cosa, y te señala cómo acoger la obra.”[1] Una vez que se elimina la distancia entre el oyente y la fuente del sonido, surge a revitalización de la experiencia subjetiva.

Mientras que Tcherepnin ha tomado inspiraciones de su padre y su tío (también músicos profesionales), él también considera su obra como una respuesta a otros compositores de su generación, tales como Neuhaus y Karlheinz Stockhausen. “Esta idea del sonido puro es algo esencialista de la música de inicios de los ‘60s y los experimentos musicales. Me interesa cuestionar eso. Cambiar perspectivas. Fracturar esta idea de una experiencia unificada. Me interesa hacer estos elementos en algo más personal.”[2]

Como resultado, el proceso de escuchar puede ser descrito como una actividad socio-cultural, acompañada por la racionalización instantánea y contextualización. El sonido es un código social al igual que el lenguaje, experimentándolo subjetivamente permite que se logre un subversivo sonido.

AdrastusCollection-sergei-2Sergei Tcherepnin (Boston, MA) actualmente vive y trabaja en Nueva York. Tcherepnin recibió su título en Bellas Artes de la Universidad de Bard en 2011. A pesar de su joven edad, Tcherepnin en un distinguido artista en el ámbito de las instalaciones sonoras. Su obra ha sido incluida en la Whitney Bienal del 2014 y tuvo una exposición individual en el MIT List Visual Arts Center en Cambridge. También participó en el Pabellón Georgiano en la 55 Bienal de Venecia, así como en la 30 Bienal de Sao Paulo en Brasil. Exposiciones y performances de su obra han sido presentados en The Kitchen en Nueva York, Museum Moderner Kunst Kärnten en Austria, Neue Gesellschaft für bildende Kunst en Berlín, Museum of Modern Art en Nueva York, Guggenheim Museum en Nueva York, Institute for Contemporary Art en London, CAC Brétigny, y el New Museum en Nueva York. Tcherepnin ha recibido la beca de la Villa Romana en Florencia en 2014, así como el Artadia Award.

 


[1] McQuaid, Cate. “Tcherepnin Creates Works to Be Seen, Heard, and Felt at MIT – The Boston Globe.” BostonGlobe.com. N.p., 12 July 2015. Web. 11 July 2016. https://www.bostonglobe.com/arts/2014/07/12/tcherepnin-creates-works-seen-heard-and-felt-mit/OhBi5YVNwxAyIjc1jZYRtO/story.html

[2] Ibid